Dentro de veinte años estarás mas decepcionado por las cosas que no hiciste, que por las que si hiciste. Así que suelta las cuerdas de tus velas. Navega lejos del puerto seguro. Atrapa los vientos favorables en tu velamen. Explora, Sueña, descubre. Mark Twain
Es una cercanía deseable, pero que siempre me ha intimidado, me cuesta abrirme y dejar que las cosas ocurran. Son situaciones que me hacen volver a aquellos momentos donde juré no volver a verme así; regreso años atrás, a donde todo esto comienza, a la primera vez que sentí todo romperse por dentro. Siento miedo y me encierro de nuevo entre cuatro paredes, donde mi alma apenas cabe sin distorsionarse, la angustia me lleva a huir, dejar todo de lado y no seguir adelante; y me doy cuenta de que siempre le he tenido miedo al cambio porque no sé como manejarlo.
Es difícil, se me dificulta salir de acá y encontrarme, necesito que de a momentos alguien lo haga por mí. Entro en pánico, aunque siento que no hay nada que temer; pero mi cabeza me ha engañado ya tantas veces que el corazón se lo reprocha. Quisiera explicarme, pero son tantas las palabras por decir, las ideas por expresar y los sentimientos por vivir, que me ahogo, y doy la impresión de estar lejos, aunque siempre estoy más cerca de lo que parece; sé que estos muros que me rodean son solo una ilusión que nace en un momento tan crucial como este.
No hay un problema, ni objeto que me detenga, porque estas limitaciones solo se encuentran en mi cabeza; no hay algo ni alguien que me amarre a esta situación. Es una sensación que hace demasiado tiempo no percibía, que llevaba años buscando y pensé que la había perdido, pero al final sigo teniendo dentro de mí a esa niña que cede ante este tipo de presión. Sé lo que quiero, pero siempre me ha dado miedo de ir a buscarlo, y se que lo quiero porque este miedo me dice que vale la pena.
No hay comentarios:
Publicar un comentario