jueves, 30 de octubre de 2008

Detras de todo...

NOTA: este post no habla de una persona, va referido hacia algo totalemente diferente, y no lo escribi yo sola

Eres aquello que nos demuestra lo bajo que se puede caer, y lo lejos que se puede llegar, dentro de un mundo que no conocemos, pero que nos consume poco a poco.



Es una de esas situaciones donde creemos saberlo todo y tener el control, pero de repente se levanta el telón y nos encontramos con algo totalmente diferente a lo que pensábamos que existía. Nos vemos en este universo paralelo, donde nada de lo que logramos divisar cumple con nuestras expectativas y cuando por alguna ilusión óptica sentimos que estamos llegando a nuestro destino, descubrimos otra puerta que se abre y nos muestra una realidad alterna.


Un hoyo negro, una puerta a lo desconocido, un pozo sin fondo, o simplemente lo que queda luego del huracán; son las únicas maneras que encuentro de describir lo que me dejaste. De malas intenciones esta lleno el mundo, y las tuyas son las peores que he logrado encontrar, eres el tipo de mujer que marca a las demás, nunca pensé que caerías tan bajo solo por las sobras de alguien más. Eres el tipo que transforma a la gente en algo que no es, y vas por la vida rompiendo relaciones, futuros y metas, sin que te importe, porque estabas aquí antes, y siempre estarás alrededor, porque hay algo dentro que vas más allá de ti, porque no eres más que la liberación de los instintos más básicos que cada uno lleva dentro, la diferencia… la mayoría de nosotros puede controlarlos.


No me has dejado dormir en paz en el último mes, porque cada vez que cierro los ojos te recuerdo y entro de nuevo en todo este conflicto del que intento escapar; y cuando al fin logro conciliar el sueño despierto agitada en medio de una situación inverosímil que definitivamente no me hace el sueño placentero. Quisiera encontrar la forma de alejarte, desaparecerte, dejarte atrás, o incluso acabar contigo, pero se me hace imposible por más que lo intente; cada vez que lo logro, vuelves, peor que nunca, a destruirme lo que he logrado construir con mis pedazos. Es ya una situación crítica, que no me deja seguir adelante porque consigo trabas en el camino cada vez que lo intento.


Solo me queda esperar, porque como siempre, llegará el momento de tu partida, ya lo he visto antes, solo me queda ser fuerte y enfrentar esta situación de la mejor manera posible, de esa manera que me permita aprender, como ha sido antes… porque el espíritu humano es más fuerte que todo lo que le pueda ocurrir, y de las cosas malas solo nos queda aprender para no repetirlas.

domingo, 26 de octubre de 2008

Rompecabezas...


Quisiera odiarte… pero no puedo, quiero amarte, pero no me dejas; quiero que seas feliz, pero me sigues persiguiendo, y cuando estás verdaderamente cerca, solo huyes… no eres mas que un animal salvaje …






Las dos frases más incoherentes que he escuchado en mi vida

“Yo a ti te adoro, te amo, lo eres todo… por eso deberíamos estar separados”

“Es que no estoy listo para algo tan perfecto”


Y esto probablemente tampoco sea coherente, simplemente no salen de mí frases con sentido desde hace semanas. Son muchas cosas dando vueltas en mi cabeza, millones de temas de los que hablar, miles de cosas sobre las que reflexionar, pero no logro mantener una cadena lógica de pensamiento. Estoy estacionada en medio de una autopista interestatal… pasan millones de cosas a mi alrededor, pero no logro captar ninguna del todo, de manera que a la hora de resumir todo lo que he visto voy a perder tantos detalles que no seria correcto.


Te siento cerca, pero dos minutos después no podrías estar más lejos; tal vez soy yo, quizá eres tu quien se aleja, sino yo quien se aísla… quizá de un momento a otro levanto un muro que no te deja pasar, tienes que entenderlo, solo estoy evitando sentir más… más sufrimiento, más amor, más odio, más felicidad… solo quisiera dejar de sentir al menos por un momento, por un día, descansar de este torbellino de emociones que tengo por dentro. Al menos puedo garantizar que estoy aprendiendo, haciéndome más fuerte, logrando aislarme y mostrarle a la gente algo que no está ocurriendo, he aprendido a hacer creer a los demás que todo está bien cuando estoy al límite de explotar, y se siente bien, porque evita la vulnerabilidad de que conozcan la situación; de hoy en adelante soy de hierro, esa es la meta.


Estoy sentada aquí, en medio de todo esto, que a decir verdad no tengo como explicar, mas que con frases aisladas, relatos cortos que al final no dicen nada, palabras, citas, canciones, lo que sea menos un hilo conductor coherente, porque me faltan tantas piezas de este rompecabezas que no sabría como armarlo. Estoy tan abstraída de mi propia vida que puedo verlo todo desde afuera, como siempre he querido, y es tan incoherente, que no puedo darme el consejo que necesito para seguir. A veces nos alejamos tanto de nosotros mismos, que no entendemos cómo llegamos hasta acá y cómo podríamos regresar… confieso que estoy perdida, no estoy en ningún lugar, y estoy en todos al mismo tiempo; soy ese personaje de novelas que cuando menos lo esperas aparece y cuando lo necesitas nunca lo encontrarás, ese objeto que encuentras justo cuando dejas de buscarlo, esa palabra que no te llega a la lengua cuando estas frente a cientos de personas, pero que la usas con facilidad cuando no hay nadie cerca.


Pero poco a poco nos vamos definiendo a nosotros mismos, y encontrando los puntos débiles y las cosas que nos afectan. A todos nos duele ser olvidados, pero nos duele aun más ser reemplazados, de ahí los celos, pero esta vez no es tanto una cuestión de celos, porque está establecida la situación, no hay un impulso de por medio que me lleve, es más bien el derrumbe que ocurre cuando te das cuenta que efectivamente no eres imprescindible, que todas esas palabras que te han dicho encajan con alguien más, que o las percepciones cambian o la gente miente, y ninguna de las opciones vendrá a darnos seguridad, porque implican una mutación, una alteración, algo que no debe ser. Y se nos parte el alma al entender esto… porque nadie quiere ser olvidado, a todos nos duele que nos superen, por eso nos aferramos a las cosas.

martes, 14 de octubre de 2008

Me robaste...

La verdad es que entregué mi corazón hace tiempo, y nunca lo recibí de vuelta completo


Me robaste mis sueños y mis ilusiones, y me dejaste solo noches vacías, de sueños blancos. Me robaste las ganas de seguir adelante por mi misma, y me encuentro ahora en medio de la nada sin una dirección que seguir. Te llevaste todas mis nociones de lo que es una vida y me dejaste con las ganas de hacer nuevos planes que me cambien el mundo. Te fuiste de mi vida con la intención de no saber más de mí, mientras que yo me quedé aquí, paralizada en un momento sin fin en el que solo quiero saber de ti.


Te veo, a lo lejos, con nuevas compañías, pero los mismos hábitos y actitudes. Y me siento aquí solo para observarte ser feliz y esperar que eso llene mi vida. Te llevaste mis noches de ilusión y me dejaste la decepción de un futuro que nunca llegará pero que siempre esperaremos. Me robaste mi fe en la humanidad, en la confianza que provee el tiempo, y me quede con los restos de una amistad que nunca fue eso, de un romance que jamás llegará a su desarrollo, y de una historia triste que nunca tendrá un final. Te fuiste con mi posible final feliz, y no me dejaste un mapa para conseguir uno nuevo. Te marchaste de mi vida y te aseguraste de hacer suficiente daño con tus últimas palabras como para hundirme lo más posible, y aún así, no hay rencor dentro de mi corazón.


Te largaste de mi vida sin saber cuánto te amé, porque nunca te lo dije ni te lo demostré, porque nunca me permitiste darle riendas libres a este corazón que acaba de explotar por ocultar todo lo que siente por ti. Te robaste hasta mis lagrimas, porque no habrá un día mas que las derrame y no te tenga en mi mente, y peor aún en mi corazón. Te levaste mi concepción de amor, la hiciste pedazos, y me la devolviste en un estado que no logro entender. Te fuiste, en un momento glorioso, una salida impresionante, que te garantiza estar limpio de toda culpa, y justo en ese momento te llevaste mi confianza en mi misma, mi autoestima y mi valor, dejándome solo el inútil orgullo que me demuestra cada día lo estúpidos que somos.


Y así te fuiste, sin más ni menos, reclamando todo lo que un día hiciste y posiblemente arrepintiéndote de todo lo que pasó, y mientras me dejabas aquí, sin arrepentimientos, solo recuerdos, y una vez más, como siempre que tiene que ver contigo, me quedé solo con las partes buenas. Me dejaste, cuando más te necesitaba, cuando te pedí que no lo hicieras, por alguien que ni siquiera tiene el valor de trabajar con el mundo como es, sino que tiene que transformarlo todo en una lucha existencialista, donde alguien debe desaparecer.


Me dejaste aquí, no más, estacionada mientras en medio de una autopista, todo se mueve a mi alrededor y yo no logro iniciar algo nuevo. Te robaste mis ganas de seguir, al menos por el momento, y me dejaste una máscara para ocultarle al mundo el verdadero estado de mi vida. Te llevaste mi voluntad y lo cambiaste por un orgullo sin sentido. Te robaste mi corazón, y cada vez que me lo devuelves, me quitas una parte.