Then you learn about love. You learn to look at relationships as they really are and not as you would have them be. You learn that alone does not mean lonely.
Un día dejé de simplemente levantarme y desperté. En medio de todo este sopor post-sueño, de lo poco que existe de mis miedos al despertar, me detuve y decidí que fue suficiente… suficiente llorar y pelear, suficientes luchas y culpas. Esa mañana de verdad abrí los ojos y puedo decir que me desperté, no solo me levanté de la cama.
Me di cuenta de que ya basta, porque el mundo nunca va a ser un cuento de hadas, la seguridad y la confianza no van a llegar por si mismas, no hay nada que garantice un “final feliz”. De la nada surgió la seguridad y la serenidad de la aceptación, del sueño surgió la reflexión de que no importa lo que haga si me quieren engañar lo harán, y lo mismo ocurre con las mentiras, al final la desconfianza solo ocurre cuando nos enteramos de que nos han engañado… como se dice por ahí “ojos que no ven, corazón que no siente”, aunque nunca he podido vivir según esto, y siempre he preferido que me digan la verdad, cara a cara, con dolor incluido incluso, para al menos saber que estoy perdonando.
Decidí amarme a mi misma, conseguir esa confianza que viene de la auto-aprobación; dejar de quejarme y culpar a los demás por lo que hacen o no; aprendí que lo único con lo que cuento es lo inesperado. Decidí seguir sonriendo y confiando sin importar lo que venga. Me di cuenta de que necesitaba seguir abierta a todas las posibilidades porque lo más hermoso suele ser lo más inesperado (cosa que también me has demostrado)
Gracias a ti aprendí que la gente no siempre dice lo que quiere expresar, o expresa lo que quiere decir. Aprendí que hay más información entre líneas, sobretodo entre líneas de expresión. Me hiciste ver que un gesto vale más que mil palabras y que una frase tiene más de mil significados.
Me abrí a nuevos mundos y puntos de vista, me di cuenta de que todos vemos el mundo con ojos diferentes, y que podemos aprender al ver el mundo por los ojos de los demás, porque así nos evaluamos y nos identificamos, logramos ver aquello que creíamos defender y descubrimos lo que de verdad vale la pena cuidar.
Hoy decidí tomar responsabilidad por mis acciones, y prometerme que nunca me traicionaré y no me conformaré con nada menor a lo que mi corazón desea.
Y así termine por levantarme de la cama, con el corazón y el espíritu en mano para diseñar la vida que quiero, aquella que deseo y que viviré de la mejor manera que conozco.
Gracias por devolverme aquello que había perdido en el camino, lo que venga después no importa…
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