jueves, 29 de enero de 2009

Si nos detenemos a mirar las consecuencias de nuestros actos en un momento determinado, podemos ver como van afectando todos los ámbitos de nuestra vida, un corazón roto no se limita a lo emocional, termina por afectar nuestro humor, y de ahí nuestras relaciones con otras personas; nos afecta el ánimo y nos quita el sentimiento de responsabilidad, el impulso de superación e incluso afecta el funcionamiento de nuestro organismo, porque todo lo que deseamos en un momento así es el aislamiento total.


Creo que he escuchado miles de veces que “lo que más nos duele es saber que nos superaron” y siempre he pensado que es cierto, que cada vez que sabemos que alguien ya no siente nada por nosotros entramos en crisis y tratamos de que eso no ocurra. La pregunta estaría en ¿Cuál es el sentido de esto?, si es que tiene alguno… ¿Cómo nos explicamos esta necesidad de perdurar en el tiempo dentro de alguien?... o tal vez todo gira en torno a la pregunta más simple del mundo, la pregunta de todo niño acerca de todo lo que ocurre a su alrededor ¿Y por qué?.


Si están esperando que les responda… lamento decepcionarlos, yo tampoco lo sé, y también quisiera entenderlo, así que si algún individuo con mucha suerte tiene esta respuesta, estaría sumamente agradecida de conocerla…


El hecho está en que, aunque esto me intrigue, creo que hay ciertas cosas, que vienen relacionadas con esto, que son peores. La experiencia me ha hecho ver que ser superado no duele tanto como que nos mientan al respecto, es decir, nada duele más que la brillante idea de algún idiota (o alguna idiota) de negarlo solamente para mantener la situación en tensión e intentar dejarnos atados al sentimiento; es decir, nada peor que un idiota (o una idiota) que pretende que sigamos cerca por su propio beneficio, mientras mienten a diestra y siniestra y andan con alguien más.


Honestamente, creo que es el error más común del hombre, y de la mujer obviamente, quedarse atado a algo que no vale la pena, y hacerle daño a quienes los rodean por este mismo hecho; siento que no hay nada más valioso que la sinceridad. Pienso que sería mil veces más satisfactorio escuchar la verdad así nos haga pedazos en un primero momento; al final del día la mentira solo va a prolongar el desastre; desastres que obviamente tienen consecuencias impresionantes, porque siempre hay vínculos que se ven afectados por ello, es como aquel tubo que se rompe y provoca una inundación en cierta calle de Caracas, el problema no es solo la inundación, es también la falta de agua, y los accidentes que esto puede causar, sin contar toda la campaña ambientalista de racionamiento de agua a nivel mundial.

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